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lunes, 13 de abril de 2020

Amores en El Quemado



Casco de la estancia "El Quemado". Gentileza Carlos Ardiles.
General Alvear, protagonista de historias olvidadas, de amantes perfectos, de caudillos, de historias que sorprenden. En la estancia “El Quemado”, Luisa Bacichi es esposa y amante… Esposa de Eugenio Cambaceres… Amante de Hipólito Yrigoyen.
“El Quemado” fue una estancia cobijo de personajes ilustres y amores extremos. Remonta su historia a 1830 siendo su primer propietario Teodoro Shuster, un agrimensor alemán que llegó al país para servir en el ejército de San Martín responsable de la planificación de la construcción de la ciudad de Junín en Buenos Aires y Federación en la provincia de Entre Ríos. Shuster vende la estancia a Pedro Sheridan y este a José Portugués, creador del “Puesto El Quemado” en épocas de malones, y que mantiene la estancia durante 25 años hasta que en 1867, se la vende a Antonio Cambaceres.

EL ESCRITOR Y POETA EUGENIO CAMBACERES
Eugenio Modesto de las Mercedes Cambaceres Alais
(
Buenos Aires1843 - Buenos Aires14 de junio de 1889)
 fue un 
abogado
escritor y político argentino.


Su hijo heredero Eugenio, destacado político y escritor conoce a Luisa Bacichi en 1876 en Buenos Aires. Luisa era una muy bella bailarina austríaca que acompaña a Cambaceres a París, donde nace su hija Eugenia Rufina alternando sus estadías entre el campo o su hermoso palacio en Buenos Aires, cita de reuniones y fiestas. No obstante sus aires citadinos, Eugenio pasa largas temporadas en la estancia describiendo en su libro “Sin rumbo”, costumbres y paisajes de “El Quemado” con una sencillez inigualable. Quiero imaginar que las palabras de Cambaceres se refieren al castillo de El Quemado cuando dice: “…se divisaba desde lo alto la tabla infinita de la pampa, reflejo verde del cielo azul, desamparada, sola, desnuda, espléndida, sacando su belleza, como la mujer, de su misma desnudez”. Eugenio representó al gobierno argentino en la histórica Exposición Universal de París de 1889, siendo uno de sus últimos actos públicos porque enfermo de tuberculosis, murió ese mismo año.

LUISA HEREDA “EL QUEMADO”

Luisa con su hija Rufina heredan “El Quemado” y ella, sin experiencia en cuestiones ganaderas se dio cuenta pronto que sería muy difícil conservar la propiedad heredada ya que la fortuna de los Cambaceres, se había transformado en hipotecas y deudas producto de la vida de viajes y derroche de su esposo. En la estancia vecina, conoce a Hipólito Yrigoyen quién se ofrece a elevar la producción y le alquila el campo, relación comercial que pronto se transforma en una larga relación amorosa que perduró hasta la muerte de Luisa en 1924.
"El Quemado". Foto gentileza Carlos "El Cabezón" Ardiles. 2012.
Luisa Bacichi, amante de Hipólito Yrigoyen.Luisa Bacichi nació el 11 de marzo de 1855 en Trieste,
por entonces perteneciente al Imperio de Austria.
Fue bautizada como Aloysia Stéphana, pero desde muy pequeña prefirió que la llamaran Luigia.
Sus padres, Lorenzo Bacichi y Aloysia Bonazza,
eran provenientes de la Isla de Brač, Milna (hoy Croacia). 

EL AMOR DE LUISA E HIPÓLITO YRIGOYEN

Si bien algunos historiadores afirman que el caudillo radical no amó a ninguna de sus mujeres, una verdadera pasión se evidencia entre Yrigoyen y Luisa que se refleja con la continuidad de más de 30 años de la pareja.
La vida en la estancia era sencilla; Luisa se ocupaba de todo y asistía a Yrigoyen y sus invitados como si fuera su legítima esposa. El historiador Gálvez declaró que esa relación y ese cariño eran un descanso para el Presidente argentino. Seguramente, como describía Cambaceres, “las puntas de vacas arrojando la nota alegre de sus colores vivos” o “las perdices que silbaban su canto triste y melancólico, los jilgueros y benteveos escondiéndose en los montes, el vaivén tumultuoso de la hacienda” no sensibilizaban a Yrigoyen que sólo buscaba en la estancia el aislamiento. Sin embargo, disfrutaba de sus estadías en la vieja estancia, la compañía de Luisa, la charla con la peonada y salir de caza recibiendo a diputados, senadores y dirigentes políticos que llegaban en tren para mantener reuniones con el caudillo.
Luisa Bacichi, 1916

Luisa amaba a Yrigoyen con toda su alma: cuando él entró a su vida, ella se retiró completamente del entorno mundano y social, y se consagró totalmente a su amante tanto en la casa del barrio de Barracas, muy cerca de la de Yrigoyen, como en la estancia.

LA RELACIÓN AMOROSA PRESENTE EN DICHOS Y REFRANES

En General Alvear y Saladillo, era por todos conocida la relación entre ambos, de tal manera que había dichos y refranes del truco que se referían a la pareja. Los viajes en coche tirado por caballos hasta la estación de Micheo para tomar el tren hacia Buenos Aires fueron, seguramente, innumerables… ¡Cuántas veces la mirada de Luisa se habrá extraviado en las curvas del arroyo Las Flores al cruzar el Puente de Fierro!
Para muchos historiadores, Luisa fue el gran amor de Yrigoyen. Ella falleció en 1924, cuando “el Peludo” ya había terminado su primera presidencia y soñaba con su regreso al sillón de Rivadavia. Sin embargo, Yrigoyen siguió viviendo en “El Quemado” hasta el 1927, cuando la estancia fue adquirida por Eduardo Maguire.
Como bien afirma Ernesto Quiroga Micheo, Luisa fue “la gran mujer que estuvo detrás de Yrigoyen y sus consejos y opiniones, seguramente fueron escuchados por el caudillo con gran atención pues en ella encontraría el remanso después de navegar en el torrentoso río de la política”.
Puente "El Quemado" en 2019.

Bibliografía:

-       CAMBACERES, EUGENIO. Sin Rumbo. 1885.
-       BALMACEDA, DANIEL. Romances turbulentos de la Historia Argentina. 2012.
-       DILLON, SUSANA. Secretas alcobas del poder. 2012.
-       QUIROGA MICHEO, ERNESTO. El campo donde habitaba “El Peludo”. Una estancia con historia. Revista Todo es Historia. N°318.
-       QUIROGA MICHEO, ERNESTO. Hipólito Yrigoyen en la cueva del peludo. Editorial Armerías. 2009.

Un puente histórico... El Puente del Quemado




Postal típica del Puente de "El Quemado" con familias de pescadores a su sombra. Foto gentileza Martín Alba. 2014.


El “Puente del Quemado”, un puente tan hermoso que casi parece mágico. Su color óxido contrasta con el verde de la orilla y los pescadores saben bien de su misterio y su paz.
Dicen que Hipólito Yrigoyen venía en tren desde Buenos Aires hasta la estación Micheo, y cansado de cruzar en bote el arroyo Las Flores, mandó a trasladar el puente que cruzaba el Río Reconquista desde Campo de Mayo hasta General Alvear, para poder ir tranquilo a la estancia “El Quemado” donde lo esperaba su amante Luisa Bacichi.
Dicen… y seguro que fue así.
El puente es parecido a muchos otros puentes de carácter ferroviario, pero distinto; es un puente que enamora y de enamorados que luce una placa de fundición de hierro, roblonada en una de las vigas inferiores que enuncia su procedencia y antigüedad, testigo de tantos sueños y momentos.

LA PLACA IDENTIFICATORIA QUE YA NO ESTÁ

       La placa dice PATENT SHAFT & AXLETREE Co. Ld. – 1887 – ENGINEERS WEDNESBURY, lo que revela que fue fabricado por esa empresa británica y montado en esa fecha por quienes realizaban el tendido de los ramales ferroviarios argentinos para posiblemente, ser después trasladado a Alvear por orden del Presidente
  Irigoyen.

General Alvear tiene el privilegio de tener un puente más antiguo que la Torre Eiffel de Paris, fabricado por una empresa inglesa fundada en 1840, la comúnmente llamada “Patente Shaft”, fundada por Charles Geach y James Hardy en Wednesbury (Staffordshire), Inglaterra.
La Compañía trascendió su país de origen y llegó con puentes a Egipto, India, Japón, Sudáfrica, Sudamérica y por supuesto, a Argentina. En 1885, la Compañía construyó el primer Puente de acero del mundo en Benares, sobre el Río Ganges, en la India, en el cual se emplearon 6500 toneladas de acero y en 1900, construyó otros 7 puentes en Natal (Brasil), en menos de 2 meses. En 1980, la Patent Shaft cerró y sus fábricas fueron demolidas.

           En 1887 se construyó el “Puente de Fierro”, un puente de más de 130 años, el puente inglés que está lejos pero no tan lejos, el puente que cruzó el mar y llegó a Alvear de la mano de un presidente argentino, el “Puente de Yrigoyen”, el “Puente del Quemado”.


 
PATENT SHAFT & AXLETREE Co. Ld. – 1887 – ENGINEERS WEDNESBURY,
lo que revela que fue fabricado por esa empresa británica y montado en esa fecha 


Nota: 
La Estancia “El Quemado”, perteneciente a los sucesores de Eugenio Cambaceres fue alquilada por Hipólito Yrigoyen durante muchos años. El Puente se encuentra sobre el Arroyo de Las Flores, en el camino de tierra que une la estación de José María Micheo con la Ruta Provincial N° 51, partido de General Alvear.